viernes, 2 de enero de 2015

Este mandamiento exige una
actitud interior de respeto en
relación con la propiedad a-
jena y prohibe la avaricia, el deseo desordenado de los bienes de otros y la envidia, que consiste en la tristeza experimentada ante los bienes de otros y en el deseo de apropiarse de los mismos.
Jesús exige a sus discípulos
que le antepongan a Él res-
pecto a todo y a todos.
El desprendimiento de las
riquezas y el abandono a
la providencia de Dios, que
nos libera de la preocupa-
cien del mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario