actitud
interior de respeto en
relación
con la propiedad a-
jena
y prohibe
la avaricia, el deseo
desordenado de los bienes
de otros y la envidia, que consiste
en la tristeza experimentada
ante los bienes de otros
y en el deseo de apropiarse
de los mismos.
Jesús exige a sus discípulos
que le antepongan a Él res-
pecto a todo y a todos.
riquezas y el abandono a
la providencia de Dios, que
nos libera de la preocupa-
cien del mañana.
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